Así es como empezamos a organizar el viaje, el cual decidimos que para finales del mes de Julio del 2007 seria nuestra fecha de salida.
Por fin llego el mes esperada y todos los del grupo de Azcatl FR nos fuimos a Vancouver, cada uno por su lado, para después encontrarnos por allá.
Después de 2 horas en el aeropuerto internacional de México, 5 horas de vuelo en Mexicana y dos películas; fue que llegamos al aeropuerto internacional de Vancouver en donde la gente de aduana nos recibió con los brazos abiertos……..La verdad es que un servidor, tuvo que estar alrededor de una hora en las oficinas de aduana convenciendo a la ley de que no era ni narcotraficante, ni de Al-Qaeda o algún individuo que pusiera en peligro a la nación. Pero después de eso y de la revisión oficial con una Policía Canadiense que aunque estaba hermosa, imponía su rango; fue entonces que me liberaron y me dieron la bienvenida a Vancouver.
Al salir de la revisión, ya me estaban esperando Edgar y Rodrigo (el cual Rodrigo venia conmigo y no tuvo ningún problema al pasar aduana) para darme la bienvenida; después de tomarnos un café del Starbucks y de tranquilizarme de la revisión, fue entonces que abordamos el camión que nos llevaría a nuestra estancia en Vancouver.
Después de tomar nuestras maletas y transbordar 3 camiones, fue que llegamos al lugar donde nos hospedaríamos; la cual es una hermosa casa de unos amigos de Edgar Lozano (Ramses y Familia) la cual se encuentra ubicada en New Westminster. Una vez listos nos dedicamos a armar nuestras bicis para tenerlas preparadas para el día siguiente, ya que iríamos a conocer las primeras pistas en Woodlot y Bear Mountain.
El día se hizo largo y después de una muy buena platica con Ramses y su esposa, además de una excelente rodada de bienvenida en una montaña ubicada en Burnaby, fue entonces que nos fuimos a descansar, ya que teníamos que estar listos para el día de mañana.
Era miércoles por la mañana y nos encaminamos al Skytrain para dirigirnos a la estación de Surrey Center, donde nos estaría esperando Angel Villalta; un gran amigo de Edgar Lozano y un excelente anfitrión; el cual nos llevaría hacia Maple Ridge, para encontrarnos con otro gran compañero de Seattle llamado Rafer Chambers, el cual nos acompañaría a nuestra travesía por Bear Mountain, Woodlot y más adelante a Whistler.
Pasadas unas horas de camino, fue cuando por fin llegamos a Bear Mountain, una montaña increíble con una pista de DH profesional; de la cual ninguna pista del Ajusco se le compara. Después de bajar las Bicis y subir media hora, fue entonces que llegamos al inicio de la pista, en donde sin deberla ni temerla la empezamos a rodar.
-¡Wuau que increíble pista, ya viste ese gap!
-¡No manches este si que esta complicado!
-¡Ya viste que bien están hechos los peraltes!
-¿Y esa rampa como la agarras? -Nos decíamos uno al otro
Y eso que apenas empezábamos a conocer lo que seria el inicio de toda nuestra travesía.
Una vez que disfrutamos la pista, Angel nos llevo a Woodlot; una montaña muy cercana a Bear Mountain, en donde sin dudar alguna, ahí si conoceríamos lo que es el Freeride y las pistas tipo North Shore.
Llegamos al lugar esperado y empezamos a subir caminando hasta el inicio de la pista Snake and Ladders, una pista fácil de las tantas que hay en Woodlot, la cual cuenta con equilibrios demandantes, puentes estrechos, sube y bajas, drops chicos, etc. La mayoría de los obstáculos los hicimos sin ningún problema, analizando con antelación como estaban construidas y como se deberían de pasar. Una vez terminado el recorrido Angel decidió llevarnos a conocer otra pista, la cual tiene un nivel superior y es mejor conocida como Platinum.
Para este punto un servidor, ya se encontraba tan cansado de tanto subir que decidí quedarme en la parte final de la pista para descansar un rato. Unos minutos después Rafer, Rodrigo y Angel bajaron por la pista, a lo que Edgar y yo nos unimos al grupo para tomar la pista Hekyll n’ Jekyll en la parte baja de la montaña y así tomar después la camioneta para dirigirnos hacia Vancouver.
Ya pasadas las 5 de la tarde del Jueves y después de haber recogido y llevado a la estación de camión a Bernardo y Sofía, fue que escuchamos decir a Raifer, OK Let’s go to Whistler! Y más rápidos que perezosos nos subimos a su camioneta y nos encaminamos hacia lo desconocido. El camino estuvo lleno de tropiezos ya que estaba en reparación algunos tramos de la carretera, por lo que después de 3 horas de camino llegamos a la casa donde nos hospedaríamos, una casa de tres pisos y varios cuartos; del cual cada uno apaño el que más le convenía y nos preparamos mentalmente y anímicamente para conocer al día siguiente Garbanzo.
Más o menos eran las 8 de la mañana cuando nos encaminamos al Mountain Bike Park, en donde conoceríamos en Garbanzo las pistas más demandantes, así como las más divertidas. Una vez que pagamos nuestra entrada nos enfilamos al Lift para subir a la primera parte de la montaña, la cual tiene pistas sencillas y divertidas como Upper B-line, Lower B-line, Crank it up, etc; así como algunas demandantes, como Clown Shoes, Dirt Merchant, etc.
-Esta Padrísimo!! Se oía decir de uno de los del grupo.
-No manches, esto esta de pelos!! Decía otro.
-Muy Bueno!! Contestaba alguien más.
Eso fue lo que se escucho durante todo un rato hasta que subimos a la parte más alta, Garbanzo; en donde se encuentran las pistas más demandantes y difíciles como Freight Train, Goat’s Gully, Little Alder, etc. Al llegar al final del recorrido, observamos que nuestros rostros decían más que mil palabras, ya que se veía felicidad, temor, preocupación y satisfacción; y fue ahí cuando comprendimos que el nivel que traíamos era menor y que deberíamos subir el nivel como fuera o de plano desistir para siempre.
La decisión del grupo fue la correcta; regresamos a Garbanzo y nos preparamos para subir nuestro nivel. Subimos por segunda ocasión y en la bajada nos llevamos algunas caídas, algunos golpes, algunas bajadas de las bicis y el más aparatoso accidente que se hubiera visto, un servidor se salió de la pista y voló unos metros hacia abajo, del cual recuerdo que Rafer y Edgar gritaba con preocupación:
-Are you ok man!
-Were are you!
Por suerte caí muy retirado de los arboles, de unas rocas y de unos troncos que estaban en el lugar, porque si no hubiera sido de gravedad y el viaje se hubiera terminado. Después del susto volvimos a subir varias veces más en todo el fin de semana, hasta que se termino nuestra estancia en Whistler y tuvimos que regresar la noche del domingo a Vancouver.
Al llegar a Vancouver decidimos que descansaríamos un día para recargar las pilas y así poder conocer en la semana restante la parte Norte de Vancouver, que es en donde se encuentra la mayoría de las pistas de tipo North Shore. Así es como al día siguiente y los demás nos dedicamos a conocer la parte norte de Vancouver, conociendo montañas como Cypress, Seymour y Fromme.
Cada una de las montañas tiene varios caminos interesantes, con grandes obstáculo y varios grados de dificultad, como drops de 1 a 6 mts de alto, equilibrios de 4 a 8 mts de largo, gaps de 3 a 6 mts de largo, puentes de madera increíbles, uno que otro wallride, etc.
Con el pasar de los días, nos dimos cuenta que nuestro nivel iba subiendo, ya que pistas como Upper Oil Can, Boggieman, Family Guy, Air Supply, CBC, etc; los recorríamos sin ningún contratiempo y sin accidentes de por medio. Cada vez se ponía más divertida nuestra estancia y ya para los últimos días decidimos ir a Chiliwack, para conocer una nueva pista ubicadas en Vedder Mountain; con la compañía de Angel fue que llegamos a Vedder y empezamos a escalar la montaña hasta llegar al inicio de la pista llamada Dilemma.
Una vez montados en las bicis empezamos a descender la montaña, encontrándonos con un step-up muy divertido, así como dos equilibrios que nos demostraron que esto no lo teníamos bien estudiado, ya que Beto, Edgar y yo, en el primer intento fuimos a dar al suelo; Beto y yo ya no lo intentamos pero Edgar sin dudarlo lo intento de nuevo y lo logro. En el trayecto del recorrido también nos encontramos con un puente que terminaba en un drop como de 3 mts; al principio no podíamos creer que estuviera tan fácil, pero una vez que lo dropeamos todo parecía sencillo, hasta que llegamos al final del recorrido y nos encontramos con un drop como de 3 1/2 mts, el cual nos dejo perplejos, ya que para poder entrar al drop tenias que pasar por dos equilibrios, que cada ves subían poco a poco hasta dejarte a una altura de 2 mts, y de ahí te dirigías a un drop de 3 1/2 mts.
El silencio en el ambiente era típico de la preocupación que nos embargaba, ya que Edgar y Bernardo habían decidió intentar hacer el puente sin ningún temor.
-Drop-in! Se escucho en el silencio, indicándonos que estaban listos para arrancar. Mientras más se acercaban al equilibrio y luego al drop, nuestras manos sudaban más de lo normal, todo debido al nerviosismo de ver a nuestros compañeros pasar por los obstáculos; hasta que escuchamos el sonido típico que nos indicaba que todo había salido de maravilla YEAAAA!! VIENTOS!! A HUEV….!! Terminando así con ese día tan divertido.
Todo parecía que había terminado para el grupo de Azcatl FR y que deberíamos prepararnos para el regreso a México; pero recordamos que dos montañas nos habían quedado a deber, así es que decidimos regresar a Woodlot y Bear Mountain. Ahora si sin el menor cansancio y con el grupo completo fue que llegamos a la sima de la pista Platinum en Woodlot.
Arrancamos como era de costumbre y cada uno empezó a pasar cada parte del North Shore, demostrando que el nivel de Freeride que ya traíamos era mayor.
-Auchh!! Se escucho decir de uno de los más expertos e iniciadores del grupo Edgar, el cual había roto los rayos de la llanta en un gap como de 4 mts.
-Que mala onda, se escuchaba decir; pero el espectáculo debía continuar, así es que los demás tuvimos que seguir divirtiéndonos como niños. Terminamos nuestro recorrido en Woodlot y nos dirigimos hacia Bear Mountain, en donde sabíamos claramente que seria nuestra última rodada en Vancouver, por lo tanto cada uno de nosotros desgasto sus últimas energías en los obstáculos de la pista.
El día se terminaba y ya de camino con Angel en su camioneta, llegamos a la casa donde nos hospedábamos para descansar, ya que al día siguiente teníamos que preparar nuestras maletas y comprar los souvenir para la familia y amigos. Cada uno se despidió y le agradeció a Angel Villalta por toda su amabilidad, su amistad y por su compañía. Y sin decir adiós, ya que estaríamos en contacto fue que vimos desaparecer en la oscuridad la camioneta de Angel.
Una vez llegado el final de nuestras vacaciones por Vancouver, nos despedimos de Edgar Lozano ya que el pasaría unas semanas más en Seattle. Tomamos nuestras maletas y nos encaminamos hacia el aeropuerto internacional de Vancouver, donde nos esperaban dos horas para registrarnos y 5 horas de vuelo para llegar a México.
En el camino de regreso estuve pensando en la gran experiencia que había vivido y de todo lo que había aprendido en este viaje; confirmando así lo que ya teníamos en mente: el de construir para todos la pista de Freeride más demandante y fregona que pudiera haber en México.
......Pero no contabamos con lo que sucedería al regresar a México.
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